Todos hemos tenido alguna vez problemas para dormir, ya sea por problemas laborales, familiares o simplemente porque resulta imposible.
Al no dormir las horas necesarias nos despertamos cansados, irritables y distraídos. No trabajamos bien, se nos olvidan las cosas y es posible que enfermemos con más frecuencia de la normal.
Al descansar recargamos energías, nuestras defensas se ajustan y nuestro cerebro almacena experiencias. Las células encargadas de la inmunidad se renuevan mayormente durante este periodo. Hacerlo correctamente es sinónimo de salud, bienestar y belleza.
Lo habitual es entre 7 y 9 horas diarias, aunque no todas las personas necesitan las mismas horas de sueño. Somos nosotros mismos los que sabemos si es suficiente al despertarnos descansados.
Si tienes problemas para conciliar el sueño o cuando te levantas por la mañana sientes que no has descansado sigue los siguientes consejos para conciliar el sueño y sobre todo tener un sueño reparador:
• Mantener un horario regular, acostándonos y levantándonos a la misma hora cada día. Durante el día realizar sólo una siesta corta para poder dormir bien por la noche.
• Si hacemos ejercicio, que sea a una hora regular todos los días. El deporte estimula y el cuerpo tardará más tiempo en relajarse. No pensar que ejercitarnos antes de dormir hará que estemos más cansados para ayudarnos a conciliar el sueño.
• No comamos cenas pesadas antes de dormir, ni bebidas energéticas o que contengan cafeína.
• No fumemos, ni bebamos alcohol. También son estimulantes que nos mantendrán despiertos, además disminuyen el oxígeno que debe llegar a nuestro cuerpo y nos impedirán descansar completamente.
• Nuestra cama debe ser cómoda, cerremos puertas y ventanas para que el ruido no pueda molestarnos y así crear un ambiente propicio.
• Ventilemos el dormitorio antes de dormir, cambiemos las sabanas regularmente y usemos aromas relajantes que estimulen el sueño, como la lavanda.
• Ropa cómoda para ir a la cama, sin botones, con materiales transpirables, que nos permitan movernos durante el sueño.
• Un baño caliente con manzanilla y algunas sales nos calman y preparan al cuerpo para el descanso.
• Música relajante, al ponerla a un volumen bajo tranquiliza la mente. Si tenemos suerte, antes de ir a la cama podemos pedir que nos hagan un masaje (da placer y alivia el cuerpo).
• No trabajemos en la cama o en nuestro cuarto, esto le da a nuestro cerebro un lenguaje equivocado de lo que significa nuestro descanso.
• Intentemos dejar los problemas lejos del dormitorio, estaremos cansados y no encontraremos una solución que nos satisfaga. Si un problema tiene solución, ésta suele aparecer cuando estamos más despejados.
Dormir bien proporciona energía para comenzar retos, estar más positivos y ver la vida de otra manera, ayudando a la salud, a la mente y al cuerpo.
Todos hemos tenido alguna vez problemas para dormir, ya sea por problemas laborales, familiares o simplemente porque resulta imposible.
Al no dormir las horas necesarias nos despertamos cansados, irritables y distraídos. No trabajamos bien, se nos olvidan las cosas y es posible que enfermemos con más frecuencia de la normal.
Al descansar recargamos energías, nuestras defensas se ajustan y nuestro cerebro almacena experiencias. Las células encargadas de la inmunidad se renuevan mayormente durante este periodo. Hacerlo correctamente es sinónimo de salud, bienestar y belleza.
Lo habitual es entre 7 y 9 horas diarias, aunque no todas las personas necesitan las mismas horas de sueño. Somos nosotros mismos los que sabemos si es suficiente al despertarnos descansados.
Si tienes problemas para conciliar el sueño o cuando te levantas por la mañana sientes que no has descansado sigue los siguientes consejos para conciliar el sueño y sobre todo tener un sueño reparador:
• Mantener un horario regular, acostándonos y levantándonos a la misma hora cada día. Durante el día realizar sólo una siesta corta para poder dormir bien por la noche.
• Si hacemos ejercicio, que sea a una hora regular todos los días. El deporte estimula y el cuerpo tardará más tiempo en relajarse. No pensar que ejercitarnos antes de dormir hará que estemos más cansados para ayudarnos a conciliar el sueño.
• No comamos cenas pesadas antes de dormir, ni bebidas energéticas o que contengan cafeína.
• No fumemos, ni bebamos alcohol. También son estimulantes que nos mantendrán despiertos, además disminuyen el oxígeno que debe llegar a nuestro cuerpo y nos impedirán descansar completamente.
• Nuestra cama debe ser cómoda, cerremos puertas y ventanas para que el ruido no pueda molestarnos y así crear un ambiente propicio.
• Ventilemos el dormitorio antes de dormir, cambiemos las sabanas regularmente y usemos aromas relajantes que estimulen el sueño, como la lavanda.
• Ropa cómoda para ir a la cama, sin botones, con materiales transpirables, que nos permitan movernos durante el sueño.
• Un baño caliente con manzanilla y algunas sales nos calman y preparan al cuerpo para el descanso.
• Música relajante, al ponerla a un volumen bajo tranquiliza la mente. Si tenemos suerte, antes de ir a la cama podemos pedir que nos hagan un masaje (da placer y alivia el cuerpo).
• No trabajemos en la cama o en nuestro cuarto, esto le da a nuestro cerebro un lenguaje equivocado de lo que significa nuestro descanso.
• Intentemos dejar los problemas lejos del dormitorio, estaremos cansados y no encontraremos una solución que nos satisfaga. Si un problema tiene solución, ésta suele aparecer cuando estamos más despejados.
Dormir bien proporciona energía para comenzar retos, estar más positivos y ver la vida de otra manera, ayudando a la salud, a la mente y al cuerpo.