Siempre se cuidaron y les gusta verse bien, disfrutan de la moda y las tendencias. Su estatus de consumo vale y es muy codiciado por las marcas. Son esas señoras que disfrutan de la vida. Linda Rodin, Iris Apfel o Carmen Dell’ Orefice, son las mejores exponentes de que ser fashion no tiene límite de edad. Aunque no siempre fueron tenidas en cuenta por la industria de la moda, hoy sí son consideradas por la cosmética, que les ofrece mucho más que anti age.
Llamadas o consideradas estrellas de la “generación silver”, las mujeres, y también los hombres, de más de 60 años están en la mira. Su mejor perspectiva de vida con respecto a generaciones precedentes es lo que les permitió ganar consideración y valor en un ámbito que hasta ahora sólo parecía premiar la eterna juventud.
“Que sigan cuidándose y necesitando productos para verse bien o cada vez mejor ya es un básico, e impacta directamente en el mercado de la belleza”, asegura Pablo Sánchez Liste, director de comunicación y marketing de L’Oréal, grupo de cosmética que trabaja para dar respuestas a las necesidades de estos consumidores.
Celebrities como Julianne Moore, Susan Sarandon, Isabella Rosellini y Jane Fonda hace tiempo que pasaron la edad del modelaje y, sin embargo, con sus más de 50, 60 y hasta 70 y pico de años, demuestran que están espléndidas y no por lo que conservan de épocas anteriores sino por lo que conquistaron con el paso del tiempo. Por eso son elegidas para ser embajadoras de marcas de cosmética de lujo. Una buena señal de que algo está cambiando, y de que algo ya cambió.
Las cifras lo sostienen, dan indicios de un segmento con enorme potencial. “Hace 30 años había 275 millones de personas de 65 años o más. Hoy son 600 millones y, para el año 2030, se estima que sean más de mil millones. De esos, 400 millones de mujeres van a tener más de 75 años”, revelan desde L’ Oréal. Conclusión, el tiempo de consumo se alargó.
Otro dato a tener en cuenta: hoy, sin dudas, las mujeres de 55 años se ven más jóvenes que sus madres cuando tenían 45. En ese sentido, muchas marcas trabajan para que las mujeres de más de 65 se vean en el futuro más jóvenes que las de 55 de hoy. O sea, que se perciban 20 años menores en una generación.
Y esto no está reservado sólo a las mujeres. Los hombres maduros también tienen proyección y son considerados como exponentes de belleza. Por ejemplo, L’Oréal Paris tuvo como embajadores al ex 007 Pierce Brosnan y a Hugh Lorie, el archiconocido Dr. House. Dos figuras que representan muy bien el concepto o, más bien, el hecho de sentirse bien y cuidarse aun cuando pasan los años.
Siempre se cuidaron y les gusta verse bien, disfrutan de la moda y las tendencias. Su estatus de consumo vale y es muy codiciado por las marcas. Son esas señoras que disfrutan de la vida. Linda Rodin, Iris Apfel o Carmen Dell’ Orefice, son las mejores exponentes de que ser fashion no tiene límite de edad. Aunque no siempre fueron tenidas en cuenta por la industria de la moda, hoy sí son consideradas por la cosmética, que les ofrece mucho más que anti age.
Llamadas o consideradas estrellas de la “generación silver”, las mujeres, y también los hombres, de más de 60 años están en la mira. Su mejor perspectiva de vida con respecto a generaciones precedentes es lo que les permitió ganar consideración y valor en un ámbito que hasta ahora sólo parecía premiar la eterna juventud.
“Que sigan cuidándose y necesitando productos para verse bien o cada vez mejor ya es un básico, e impacta directamente en el mercado de la belleza”, asegura Pablo Sánchez Liste, director de comunicación y marketing de L’Oréal, grupo de cosmética que trabaja para dar respuestas a las necesidades de estos consumidores.
Celebrities como Julianne Moore, Susan Sarandon, Isabella Rosellini y Jane Fonda hace tiempo que pasaron la edad del modelaje y, sin embargo, con sus más de 50, 60 y hasta 70 y pico de años, demuestran que están espléndidas y no por lo que conservan de épocas anteriores sino por lo que conquistaron con el paso del tiempo. Por eso son elegidas para ser embajadoras de marcas de cosmética de lujo. Una buena señal de que algo está cambiando, y de que algo ya cambió.
Las cifras lo sostienen, dan indicios de un segmento con enorme potencial. “Hace 30 años había 275 millones de personas de 65 años o más. Hoy son 600 millones y, para el año 2030, se estima que sean más de mil millones. De esos, 400 millones de mujeres van a tener más de 75 años”, revelan desde L’ Oréal. Conclusión, el tiempo de consumo se alargó.
Otro dato a tener en cuenta: hoy, sin dudas, las mujeres de 55 años se ven más jóvenes que sus madres cuando tenían 45. En ese sentido, muchas marcas trabajan para que las mujeres de más de 65 se vean en el futuro más jóvenes que las de 55 de hoy. O sea, que se perciban 20 años menores en una generación.
Y esto no está reservado sólo a las mujeres. Los hombres maduros también tienen proyección y son considerados como exponentes de belleza. Por ejemplo, L’Oréal Paris tuvo como embajadores al ex 007 Pierce Brosnan y a Hugh Lorie, el archiconocido Dr. House. Dos figuras que representan muy bien el concepto o, más bien, el hecho de sentirse bien y cuidarse aun cuando pasan los años.