Tras la jubilación, las personas se encuentran con un tiempo que antes dedicaban a trabajar y que desde ese momento queda sin ocupación. Además en muchas de las situaciones, las cargas y las obligaciones familiares también disminuyen, dejando más tiempo libre que necesitan ocupar.

Los efectos de la actividad lúdica sobre la salud física, mental y afectiva han sido ampliamente estudiados y confirmados. El juego, entre otras cosas, es capaz de generar entornos de alta motivación, lo que favorece el seguimiento de los tratamientos. Cualquier programa dirigido a la promoción de un envejecimiento saludable puede verse beneficiado por la impronta que el enfoque lúdico le aporta.

Además, jugar favorece el desarrollo de otros muchos aspectos:

•Ejercita las habilidades cognitivas y Estimula la percepción sensorial: Los juegos de preguntas y respuestas y aquellos que requieren atención y concentración nos ayudan a mejorar la memoria. Los juegos de palabras y letras o cálculo ayudan a practicar algunos hábitos necesarios para el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana. Además, el aprendizaje y memorización de las reglas de cualquier juego contribuye también al mantenimiento de las habilidades cognitivas. El juego en compañía, sea cual sea su temática u objetivo, es siempre una oportunidad para la mejora y uso del lenguaje.

•Potencia el contacto social y la comunicación: El juego compartido fomenta las relaciones sociales y la comunicación al tiempo que estimula la satisfacción emocional y la seguridad. Además, jugar en contacto con otros permite hacer una valoración ajustada de nosotros y de los demás, ampliando el conocimiento de nuestro entorno. Los juegos cooperativos son especialmente adecuados para promover los mensajes positivos y reforzadores dentro del grupo.

•Ofrece nuevos entornos para el aprendizaje: Los ambientes estimulantes generados por la actividad lúdica facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cualquier edad es adecuada para adquirir nuevos conocimientos y el soporte lúdico nos hace aprender casi sin darnos cuenta. El ocio formativo es también una excelente alternativa para el tiempo libre.

•Mejora la movilidad y agilidad. Todos aquellos juegos que requieren coordinar los movimientos del cuerpo, movilizar de forma pausada las articulaciones o realizar estiramientos, contribuyen de forma muy positiva a mantener las habilidades sensoriales y motoras, potenciando el conocimiento de uno mismo y del mundo.

La tercera edad es una etapa a la que, en la mejor de las perspectivas, todos arribaremos, por ello debemos esforzarnos desde ahora, por mejorar la calidad de vida de quienes ya están en ello y construir cada uno, una vida sana integrada a la familia. También es necesario abandonar esa idea tradicional de que los adultos mayores sólo deben dedicarse a la oración y a esperar silenciosos y resignados la muerte. En el mundo donde la tónica general del adulto mayor suele ser el que dispone de más tiempo libre la integración a grupos de personas de su misma edad realizando actividades de su preferencia, el participar en Centros para mayores es una de las opciones de gran beneficio a este sector de población.

BENEFICIOS QUE OFRECE LA ACTIVIDAD LÚDICA EN LA TERCERA EDAD

21 julio 2014

BENEFICIOS QUE OFRECE LA ACTIVIDAD LÚDICA EN LA TERCERA EDAD

Tras la jubilación, las personas se encuentran con un tiempo que antes dedicaban a trabajar y que desde ese momento queda sin ocupación. Además en muchas de las situaciones, las cargas y las obligaciones familiares también disminuyen, dejando más tiempo libre que necesitan ocupar.

Los efectos de la actividad lúdica sobre la salud física, mental y afectiva han sido ampliamente estudiados y confirmados. El juego, entre otras cosas, es capaz de generar entornos de alta motivación, lo que favorece el seguimiento de los tratamientos. Cualquier programa dirigido a la promoción de un envejecimiento saludable puede verse beneficiado por la impronta que el enfoque lúdico le aporta.

Además, jugar favorece el desarrollo de otros muchos aspectos:

•Ejercita las habilidades cognitivas y Estimula la percepción sensorial: Los juegos de preguntas y respuestas y aquellos que requieren atención y concentración nos ayudan a mejorar la memoria. Los juegos de palabras y letras o cálculo ayudan a practicar algunos hábitos necesarios para el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana. Además, el aprendizaje y memorización de las reglas de cualquier juego contribuye también al mantenimiento de las habilidades cognitivas. El juego en compañía, sea cual sea su temática u objetivo, es siempre una oportunidad para la mejora y uso del lenguaje.

•Potencia el contacto social y la comunicación: El juego compartido fomenta las relaciones sociales y la comunicación al tiempo que estimula la satisfacción emocional y la seguridad. Además, jugar en contacto con otros permite hacer una valoración ajustada de nosotros y de los demás, ampliando el conocimiento de nuestro entorno. Los juegos cooperativos son especialmente adecuados para promover los mensajes positivos y reforzadores dentro del grupo.

•Ofrece nuevos entornos para el aprendizaje: Los ambientes estimulantes generados por la actividad lúdica facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Cualquier edad es adecuada para adquirir nuevos conocimientos y el soporte lúdico nos hace aprender casi sin darnos cuenta. El ocio formativo es también una excelente alternativa para el tiempo libre.

•Mejora la movilidad y agilidad. Todos aquellos juegos que requieren coordinar los movimientos del cuerpo, movilizar de forma pausada las articulaciones o realizar estiramientos, contribuyen de forma muy positiva a mantener las habilidades sensoriales y motoras, potenciando el conocimiento de uno mismo y del mundo.

La tercera edad es una etapa a la que, en la mejor de las perspectivas, todos arribaremos, por ello debemos esforzarnos desde ahora, por mejorar la calidad de vida de quienes ya están en ello y construir cada uno, una vida sana integrada a la familia. También es necesario abandonar esa idea tradicional de que los adultos mayores sólo deben dedicarse a la oración y a esperar silenciosos y resignados la muerte. En el mundo donde la tónica general del adulto mayor suele ser el que dispone de más tiempo libre la integración a grupos de personas de su misma edad realizando actividades de su preferencia, el participar en Centros para mayores es una de las opciones de gran beneficio a este sector de población.

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