El aumento de la longevidad de la población en general ha propiciado la aparición de nuevas enfermedades crónicas que necesitan de un cuidado especial. Todo ello unido al devenir de los tiempos, donde el núcleo familiar ya no se centra en la familia tradicional, en cuyo seno se ejecutaba el cuidado de los mayores, ha dado relevancia a la figura de un cuidador formal, un técnico socio-sanitario que se ocupe del cuidado de los ancianos.

Por ello, existe una tendencia creciente a recurrir al apoyo de cuidadores formales para cubrir las necesidades de la persona dependiente. Sin embargo sigue siendo el cuidador informal el que impera en la mayoría de las familias. En su mayoría es una única persona la que asume la responsabilidad de los cuidados, compartiendo esta tarea con otro rol familiar como es el cuidado de los hijos.

Así, el 43% de de estos cuidadores informales lo componen los hijos del adulto mayor, quienes realizan los cuidados de manera diaria y prácticamente no tiene sustitutos a la hora de realizar las tareas de asistencia. Por lo tanto, en muchos casos sacrifican su bienestar, su vida laboral y sus relaciones sociales y de pareja por ejecutar estas tareas sin ningún tipo de apoyo externo.

Estos cuidadores, mujeres en su mayoría, generalmente acaban sufriendo el síndrome del cuidador, el cual se define como “un agotamiento psíquico derivado de la sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resulta de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador”.

Las residencias asistenciales resultan una gran alternativa para el adulto mayor y para su familia, ya que los ancianos viven con la comodidad de su hogar y reciben todos los cuidados y servicios que necesitan por personal profesional y capacitado, permitiendo a sus familiares realizar las actividades propias de su vida familiar, laboral y social.

Residencia Villazul cuenta con más de 32 años de experiencia y ha desarollado un servicio de cuidados y asistencia que considera el nivel real de dependencia del residente, permitiendo que mantenga las funciones que aun conserva y apoyándole en aquellas actividades que no pueda realizar por sí mismo.

CADA DÍA MÁS ADULTOS MAYORES REQUIEREN DE CUIDADORES Y ASISTENCIA

25 septiembre 2017

CADA DÍA MÁS ADULTOS MAYORES REQUIEREN DE CUIDADORES Y ASISTENCIA

El aumento de la longevidad de la población en general ha propiciado la aparición de nuevas enfermedades crónicas que necesitan de un cuidado especial. Todo ello unido al devenir de los tiempos, donde el núcleo familiar ya no se centra en la familia tradicional, en cuyo seno se ejecutaba el cuidado de los mayores, ha dado relevancia a la figura de un cuidador formal, un técnico socio-sanitario que se ocupe del cuidado de los ancianos.

Por ello, existe una tendencia creciente a recurrir al apoyo de cuidadores formales para cubrir las necesidades de la persona dependiente. Sin embargo sigue siendo el cuidador informal el que impera en la mayoría de las familias. En su mayoría es una única persona la que asume la responsabilidad de los cuidados, compartiendo esta tarea con otro rol familiar como es el cuidado de los hijos.

Así, el 43% de de estos cuidadores informales lo componen los hijos del adulto mayor, quienes realizan los cuidados de manera diaria y prácticamente no tiene sustitutos a la hora de realizar las tareas de asistencia. Por lo tanto, en muchos casos sacrifican su bienestar, su vida laboral y sus relaciones sociales y de pareja por ejecutar estas tareas sin ningún tipo de apoyo externo.

Estos cuidadores, mujeres en su mayoría, generalmente acaban sufriendo el síndrome del cuidador, el cual se define como “un agotamiento psíquico derivado de la sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resulta de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador”.

Las residencias asistenciales resultan una gran alternativa para el adulto mayor y para su familia, ya que los ancianos viven con la comodidad de su hogar y reciben todos los cuidados y servicios que necesitan por personal profesional y capacitado, permitiendo a sus familiares realizar las actividades propias de su vida familiar, laboral y social.

Residencia Villazul cuenta con más de 32 años de experiencia y ha desarollado un servicio de cuidados y asistencia que considera el nivel real de dependencia del residente, permitiendo que mantenga las funciones que aun conserva y apoyándole en aquellas actividades que no pueda realizar por sí mismo.

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