Con la edad, nuestro cuerpo inicia con una desaceleración física y mental, lo que nos impide realizar las mismas actividades que cuando éramos jóvenes, en ocasiones pueden ser reacciones temporales pero en algunos casos puede significar el inicio de una demencia senil.
Nuestro cuerpo, funciona a través de los estímulos que envía el cerebro, si éste falla, nuestro aparato físico se ve afectado. La demencia se conoce como el conjunto de señales que afectan la capacidad de nuestro cerebro para funcionar de manera correcta. Una de las facultades que más se ven afectadas a partir de esta enfermedad es la cognitiva, aquella que nos permite pensar, aprender y comprender.
Los primeros síntomas de la demencia se pueden presentar a partir de los 65 años, por lo que es importante valorar el padecimiento y estar seguros de que la enfermedad inicia. En la actualidad, el 45% de las personas mayores de 85 años, padecen senilidad y es necesario sean vigilados por un familiar o un especialista en la vejez. Los síntomas que pueden alertar el camino hacia la demencia son:
• Problemas para mantener el equilibrio
• Conducta antisocial y poco tolerante
• Pérdida momentánea de memoria
• Desorientación
• Pérdida del control físico
• Inestabilidad emocional
• Depresión
Es muy importante que al detectar alguno de estos síntomas, se acuda con un médico especialista, pues a veces podríamos confundirlos con algún trastorno de atención o depresión. La única manera de detectar la demencia a tiempo es estar conscientes de los cambios que sufre nuestro y cuerpo, pues una cosa son los achaques de la edad y otra la demencia, que ya es una enfermedad importante y que debe de ser atendida por un especialista a la primera señal para evitar que afecte la calidad de vida.
Con la edad, nuestro cuerpo inicia con una desaceleración física y mental, lo que nos impide realizar las mismas actividades que cuando éramos jóvenes, en ocasiones pueden ser reacciones temporales pero en algunos casos puede significar el inicio de una demencia senil.
Nuestro cuerpo, funciona a través de los estímulos que envía el cerebro, si éste falla, nuestro aparato físico se ve afectado. La demencia se conoce como el conjunto de señales que afectan la capacidad de nuestro cerebro para funcionar de manera correcta. Una de las facultades que más se ven afectadas a partir de esta enfermedad es la cognitiva, aquella que nos permite pensar, aprender y comprender.
Los primeros síntomas de la demencia se pueden presentar a partir de los 65 años, por lo que es importante valorar el padecimiento y estar seguros de que la enfermedad inicia. En la actualidad, el 45% de las personas mayores de 85 años, padecen senilidad y es necesario sean vigilados por un familiar o un especialista en la vejez. Los síntomas que pueden alertar el camino hacia la demencia son:
• Problemas para mantener el equilibrio
• Conducta antisocial y poco tolerante
• Pérdida momentánea de memoria
• Desorientación
• Pérdida del control físico
• Inestabilidad emocional
• Depresión
Es muy importante que al detectar alguno de estos síntomas, se acuda con un médico especialista, pues a veces podríamos confundirlos con algún trastorno de atención o depresión. La única manera de detectar la demencia a tiempo es estar conscientes de los cambios que sufre nuestro y cuerpo, pues una cosa son los achaques de la edad y otra la demencia, que ya es una enfermedad importante y que debe de ser atendida por un especialista a la primera señal para evitar que afecte la calidad de vida.