Cuando nos planteamos modificar nuestros hábitos vitales para ganar en salud pensamos siempre en lo mismo: cambiar nuestra dieta, hacer deporte a diario, dejar de fumar… Desde luego, son aspectos muy importantes, pero solemos olvidar otro tipo de costumbres que pueden resultar igual de determinantes para gozar de una buena salud.
El doctor estadounidense David B. Agus (Baltimore, 1965), uno de los investigadores sobre el cáncer más reputados del mundo, sugiere en su nuevo libro Hábitos prodigiosos para vivir más y mejor una serie de pequeños hábitos que podemos modificar en nuestra vida diaria, sin demasiado esfuerzo, para disfrutar de vidas más longevas y de mejor calidad.
1. Desnúdate frente al espejo. Agus recomienda a sus lectores a desnudarse frente al espejo cada cierto tiempo. El simple hecho de echar un vistazo a nuestro cuerpo, viendo qué ha cambiado en el mismo, puede ser la mejor manera de atajar una enfermedad. Muchas personas tienen un bulto, que puede indicar la presencia de un tumor y no lo tratan a tiempo porque, sencillamente, no lo han visto. Esto se soluciona en cinco minutos si, por ejemplo, todos los meses exploramos nuestro cuerpo (incluyendo el pelo, las uñas y la boca) para ver si vemos algo raro.
Según numerosos médicos, la peligrosidad del cáncer de mama se ha reducido notablemente desde que las mujeres se han acostumbrado a examinar sus pechos en busca de protuberancias, lo que podría hacer prescindibles las mamografías.
2. Evita los escáneres de los aeropuertos. Los escáneres corporales por retrodispersión empezaron a utilizarse por primera vez en el aeropuerto de Ámsterdam en 2007. Según Agus la ciencia todavía no tiene claro si estos aparatos pueden significar un peligro y, dado que en la mayoría de los casos pasar el control de seguridad a través de un escáner es voluntario, es mejor optar por el chequeo convencional y evitar radiaciones innecesarias.
3. Establece una rutina. Aunque nos pese, a nuestro cuerpo le encanta la predictibilidad. Llevar una rutina constante a diario, sobre todo en lo que respecta al sueño y las comidas, es la mejor forma de reducir el estrés que sufre el cuerpo y mantenerlo en un estado equilibrado. También en vacaciones y fin de semana.
“Si pudiera adentrarse en su organismo cuando lo ha privado de comer a la hora acostumbrada a mediodía”, explica Agus a modo de ejemplo, “sería testigo de actividades biológicas que probablemente le sorprenderían. Su cuerpo no sólo da señales de hambre, sino que también experimenta un pico de cortisol, la hormona del estrés, que indica a su organismo que se aferre a la grasa y conserve la energía. En otras palabras, si no come cuando su cuerpo anticipa la ingesta de alimentos, el organismo saboteará sus esfuerzos de adelgazar o mantener un peso ideal”.
Aunque las rutinas son beneficiosas, no todo el mundo tiene por qué seguir las mismas. En el caso del sueño, dormir ocho horas seguidas no es recomendable para todo el mundo.
4. Toma aspirina a diario. Según Agus “la aspirina es el elixir más barato que existe y no precisa receta médica”. En su opinión, el consumo diario de bajas dosis de ácido acetilsalicílico (75 miligramos), tiene efectos en el cuerpo en su conjunto, que van mucho más allá de aliviar las cefaleas y el dolor de espalda. Numerosos estudios han demostrado que su consumo reduce de manera sustancial el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; además, previene en un 46% la aparición de cánceres como el de pulmón y cáncer de próstata.
El médico recomienda, no obstante, no tomar aspirina a diario hasta alcanzar la cuarentena, y hacerlo siempre después de consultar al médico, pues el medicamento tiene efectos secundarios, como el sangrado, que pueden ser perjudiciales para algunas personas.
Tenemos que tener cuidado con el uso de otros populares medicamentos, como el ibuprofeno o el paracetamol, que tienen conocidos efectos secundarios y pueden ser muy peligrosos al dárselos a los niños.
5. Consume cafeína. Hace tiempo que se ha demostrado que el consumo moderado de cafeína procedente de fuentes naturales, como el café y el té, es beneficioso para la salud. “Pese a que los investigadores han intentado relacionar el consumo de cafeína con enfermedades como cardiopatías, hipertensión, osteoporosis y cáncer, estudio tras estudio han demostrado lo contrario”, asegura el doctor.
Agus anima a que tomemos café o té a diario, pero advierte del peligro que supone consumir demasiada cafeína –sobre todo la proveniente de las bebidas energéticas–. “Rebaje el consumo de cafeína por la tarde, en particular a partir de las 14:00 horas. El cuerpo necesita tiempo para procesar toda la cafeína y no interceder en un sueño reparador. Si necesita algo vigorizante después de esa hora, opte por un té, puesto que contiene menos cafeína. O salga a dar un paseo”.
6. Mantén una buena postura. Adoptar una correcta postura al andar y estar de pie es fundamental para evitar todo tipo de problemas sanitarios. No sólo puede provocar dolores de cuello y espalda, además puede estar detrás de problemas de cabeza, artritis, mala circulación, dolores musculares, estreñimiento, dificultad en las articulaciones… La postura también afecta a nuestro estado emocional. “Con la postura adecuada”, asegura Angus, “cualquiera puede parecer más joven, más delgado y más seguro de sí mismo”.
Según Agus, todos los caminos a una postura perfecta parten de un centro o abdomen fortalecido, y aunque no es necesario tener los abdominales de una escultura griega, conviene realizar ejercicios que trabajen esa zona.
7. Vacúnate contra la gripe. “Si pudiera tomarse una pastilla barata una vez al año que previniera todas las formas del cáncer y no tuviera efectos secundarios, probablemente se plantearía hacerlo, ¿no es cierto? Pues eso es exactamente lo que tiene el potencial de hacer la vacuna contra la gripe”, asegura Agus.
En opinión del doctor, inmunizarse contra la gripe no consiste sólo en ganarle la partida a la infección: “Una o dos semanas de tormenta inflamatoria, que es lo que tiene lugar en su organismo cuando contrae la gripe, pueden entrañar peligros insospechados, como aumentar el riesgo de padecer obesidad y múltiples enfermedades, incluidos ataques al corazón, ictus y cáncer”.
Pese a esto, muchas personas siguen pensando que la vacuna tiene peligrosos efectos que los médicos están ocultando. Ideas falsas, como que la vacuna puede contener toxinas y venenos, que Agus califica como “bobadas”.
8. Adopta un perro. Siempre se ha dicho que los propietarios de perros son las personas más felices y optimistas pero, según Agus, los beneficios para la salud de tener un can van más allá de lo puramente psicológico. “Ser dueño de un perro”, explica el doctor, “exige llevar un horario relativamente constante y rutinario”. Y seguir unos horarios regulares es fundamental para la salud.
Además, según el doctor, sacar a pasear al perro obliga a realizar al menos un mínimo de ejercicio físico y nos obliga a hacer un descanso, pues es preciso abandonar el trabajo y desactivar el modo multitarea, sin contar el momento en el que recojas una caca mientras hablas por el móvil.
9. Deja de usar tacones y no camines descalzo. La inflamación es una respuesta biológica normal a los estímulos dañinos: aparece cuando nuestro cuerpo quiere aislar y destruir a un agente dañino y reparar el tejido u órgano dañado. El problema es que en muchas ocasiones la inflamación deviene crónica, debido a una enfermedad o un estrés prolongado y se vuelve destructiva.
La inflamación, explica Agus, se ha relacionado con algunas de las enfermedades degenerativas más problemáticas que padecemos hoy, incluida la enfermedad cardiaca, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer, las enfermedades autoinmunes, la diabetes y el envejecimiento acelerado. “Al caminar descalzos o con zapatos incómodos”, explica el doctor, “nos provocamos una inflamación innecesaria en los pies que puede tener secuelas en todo el organismo. Si el objetivo es disminuir la inflamación general y liberar carga de las articulaciones y la zona lumbar para reducirla aún más, no conozco un modo más fácil y mejor para hacerlo que calzarse un par de zapatos cómodos y que recojan bien el pie a diario”.
10. Practica una buena higiene
“La buena salud empieza con una buena higiene”, asegura Agus con rotundidad. El espectacular descenso de las enfermedades infecciosas desde el descubrimiento de los gérmenes no se debe tanto al surgimiento de antídotos como las vacunas o los antibióticos, sino a la adopción de hábitos de higiene.
“Incluso hoy en día tenemos cierta tendencia a trivializar el simple acto de lavarnos las manos”, asegura el médico, “cuando nos convendría situarlo en la parte alta de nuestras prioridades a diario”.
Cuando nos planteamos modificar nuestros hábitos vitales para ganar en salud pensamos siempre en lo mismo: cambiar nuestra dieta, hacer deporte a diario, dejar de fumar… Desde luego, son aspectos muy importantes, pero solemos olvidar otro tipo de costumbres que pueden resultar igual de determinantes para gozar de una buena salud.
El doctor estadounidense David B. Agus (Baltimore, 1965), uno de los investigadores sobre el cáncer más reputados del mundo, sugiere en su nuevo libro Hábitos prodigiosos para vivir más y mejor una serie de pequeños hábitos que podemos modificar en nuestra vida diaria, sin demasiado esfuerzo, para disfrutar de vidas más longevas y de mejor calidad.
1. Desnúdate frente al espejo. Agus recomienda a sus lectores a desnudarse frente al espejo cada cierto tiempo. El simple hecho de echar un vistazo a nuestro cuerpo, viendo qué ha cambiado en el mismo, puede ser la mejor manera de atajar una enfermedad. Muchas personas tienen un bulto, que puede indicar la presencia de un tumor y no lo tratan a tiempo porque, sencillamente, no lo han visto. Esto se soluciona en cinco minutos si, por ejemplo, todos los meses exploramos nuestro cuerpo (incluyendo el pelo, las uñas y la boca) para ver si vemos algo raro.
Según numerosos médicos, la peligrosidad del cáncer de mama se ha reducido notablemente desde que las mujeres se han acostumbrado a examinar sus pechos en busca de protuberancias, lo que podría hacer prescindibles las mamografías.
2. Evita los escáneres de los aeropuertos. Los escáneres corporales por retrodispersión empezaron a utilizarse por primera vez en el aeropuerto de Ámsterdam en 2007. Según Agus la ciencia todavía no tiene claro si estos aparatos pueden significar un peligro y, dado que en la mayoría de los casos pasar el control de seguridad a través de un escáner es voluntario, es mejor optar por el chequeo convencional y evitar radiaciones innecesarias.
3. Establece una rutina. Aunque nos pese, a nuestro cuerpo le encanta la predictibilidad. Llevar una rutina constante a diario, sobre todo en lo que respecta al sueño y las comidas, es la mejor forma de reducir el estrés que sufre el cuerpo y mantenerlo en un estado equilibrado. También en vacaciones y fin de semana.
“Si pudiera adentrarse en su organismo cuando lo ha privado de comer a la hora acostumbrada a mediodía”, explica Agus a modo de ejemplo, “sería testigo de actividades biológicas que probablemente le sorprenderían. Su cuerpo no sólo da señales de hambre, sino que también experimenta un pico de cortisol, la hormona del estrés, que indica a su organismo que se aferre a la grasa y conserve la energía. En otras palabras, si no come cuando su cuerpo anticipa la ingesta de alimentos, el organismo saboteará sus esfuerzos de adelgazar o mantener un peso ideal”.
Aunque las rutinas son beneficiosas, no todo el mundo tiene por qué seguir las mismas. En el caso del sueño, dormir ocho horas seguidas no es recomendable para todo el mundo.
4. Toma aspirina a diario. Según Agus “la aspirina es el elixir más barato que existe y no precisa receta médica”. En su opinión, el consumo diario de bajas dosis de ácido acetilsalicílico (75 miligramos), tiene efectos en el cuerpo en su conjunto, que van mucho más allá de aliviar las cefaleas y el dolor de espalda. Numerosos estudios han demostrado que su consumo reduce de manera sustancial el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; además, previene en un 46% la aparición de cánceres como el de pulmón y cáncer de próstata.
El médico recomienda, no obstante, no tomar aspirina a diario hasta alcanzar la cuarentena, y hacerlo siempre después de consultar al médico, pues el medicamento tiene efectos secundarios, como el sangrado, que pueden ser perjudiciales para algunas personas.
Tenemos que tener cuidado con el uso de otros populares medicamentos, como el ibuprofeno o el paracetamol, que tienen conocidos efectos secundarios y pueden ser muy peligrosos al dárselos a los niños.
5. Consume cafeína. Hace tiempo que se ha demostrado que el consumo moderado de cafeína procedente de fuentes naturales, como el café y el té, es beneficioso para la salud. “Pese a que los investigadores han intentado relacionar el consumo de cafeína con enfermedades como cardiopatías, hipertensión, osteoporosis y cáncer, estudio tras estudio han demostrado lo contrario”, asegura el doctor.
Agus anima a que tomemos café o té a diario, pero advierte del peligro que supone consumir demasiada cafeína –sobre todo la proveniente de las bebidas energéticas–. “Rebaje el consumo de cafeína por la tarde, en particular a partir de las 14:00 horas. El cuerpo necesita tiempo para procesar toda la cafeína y no interceder en un sueño reparador. Si necesita algo vigorizante después de esa hora, opte por un té, puesto que contiene menos cafeína. O salga a dar un paseo”.
6. Mantén una buena postura. Adoptar una correcta postura al andar y estar de pie es fundamental para evitar todo tipo de problemas sanitarios. No sólo puede provocar dolores de cuello y espalda, además puede estar detrás de problemas de cabeza, artritis, mala circulación, dolores musculares, estreñimiento, dificultad en las articulaciones… La postura también afecta a nuestro estado emocional. “Con la postura adecuada”, asegura Angus, “cualquiera puede parecer más joven, más delgado y más seguro de sí mismo”.
Según Agus, todos los caminos a una postura perfecta parten de un centro o abdomen fortalecido, y aunque no es necesario tener los abdominales de una escultura griega, conviene realizar ejercicios que trabajen esa zona.
7. Vacúnate contra la gripe. “Si pudiera tomarse una pastilla barata una vez al año que previniera todas las formas del cáncer y no tuviera efectos secundarios, probablemente se plantearía hacerlo, ¿no es cierto? Pues eso es exactamente lo que tiene el potencial de hacer la vacuna contra la gripe”, asegura Agus.
En opinión del doctor, inmunizarse contra la gripe no consiste sólo en ganarle la partida a la infección: “Una o dos semanas de tormenta inflamatoria, que es lo que tiene lugar en su organismo cuando contrae la gripe, pueden entrañar peligros insospechados, como aumentar el riesgo de padecer obesidad y múltiples enfermedades, incluidos ataques al corazón, ictus y cáncer”.
Pese a esto, muchas personas siguen pensando que la vacuna tiene peligrosos efectos que los médicos están ocultando. Ideas falsas, como que la vacuna puede contener toxinas y venenos, que Agus califica como “bobadas”.
8. Adopta un perro. Siempre se ha dicho que los propietarios de perros son las personas más felices y optimistas pero, según Agus, los beneficios para la salud de tener un can van más allá de lo puramente psicológico. “Ser dueño de un perro”, explica el doctor, “exige llevar un horario relativamente constante y rutinario”. Y seguir unos horarios regulares es fundamental para la salud.
Además, según el doctor, sacar a pasear al perro obliga a realizar al menos un mínimo de ejercicio físico y nos obliga a hacer un descanso, pues es preciso abandonar el trabajo y desactivar el modo multitarea, sin contar el momento en el que recojas una caca mientras hablas por el móvil.
9. Deja de usar tacones y no camines descalzo. La inflamación es una respuesta biológica normal a los estímulos dañinos: aparece cuando nuestro cuerpo quiere aislar y destruir a un agente dañino y reparar el tejido u órgano dañado. El problema es que en muchas ocasiones la inflamación deviene crónica, debido a una enfermedad o un estrés prolongado y se vuelve destructiva.
La inflamación, explica Agus, se ha relacionado con algunas de las enfermedades degenerativas más problemáticas que padecemos hoy, incluida la enfermedad cardiaca, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer, las enfermedades autoinmunes, la diabetes y el envejecimiento acelerado. “Al caminar descalzos o con zapatos incómodos”, explica el doctor, “nos provocamos una inflamación innecesaria en los pies que puede tener secuelas en todo el organismo. Si el objetivo es disminuir la inflamación general y liberar carga de las articulaciones y la zona lumbar para reducirla aún más, no conozco un modo más fácil y mejor para hacerlo que calzarse un par de zapatos cómodos y que recojan bien el pie a diario”.
10. Practica una buena higiene
“La buena salud empieza con una buena higiene”, asegura Agus con rotundidad. El espectacular descenso de las enfermedades infecciosas desde el descubrimiento de los gérmenes no se debe tanto al surgimiento de antídotos como las vacunas o los antibióticos, sino a la adopción de hábitos de higiene.
“Incluso hoy en día tenemos cierta tendencia a trivializar el simple acto de lavarnos las manos”, asegura el médico, “cuando nos convendría situarlo en la parte alta de nuestras prioridades a diario”.