Una tarea de entrenamiento del cerebro que aumenta el número de elementos que una persona puede recordar en un corto período de tiempo puede aumentar el rendimiento en otras tareas de resolución de problemas mediante la mejora de la comunicación entre diferentes áreas del cerebro. El nuevo estudio que se presenta esta semana en San Francisco es uno de un creciente número de experimentos sobre cómo el entrenamiento de la memoria operativa puede mejorar sensiblemente –desde realizar multiplicaciones mentales hasta leer un párrafo complejo-.

“Se cree que la memoria operativa es una función cognitiva en la cual descansan muchos tipos de cognición de alto nivel, incluyendo la comprensión del lenguaje y la producción, resolución de problemas y toma de decisiones”, dice Brad Postle de la Universidad de Wisconsin-Madison, quien esta dirigiendo una sesión en la formación de la memoria operativa en la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (CNS). El trabajo de varios neurocientíficos para documentar la “plasticidad” del cerebro – los cambios producidos por la experiencia – junto con los avances técnicos en el uso de técnicas electromagnéticas para estimular los cambios en el cerebro y medir los cambios, han permitido a los investigadores explorar el potencial para la formación de la memoria operativa como nunca antes.
La piedra angular del ejercicio de entrenamiento cerebral ha sido el reto “n-back”, una difícil tarea de memoria operativa que requiere una persona haga malabares mentales con varios elementos al mismo tiempo. Los participantes deben recordar tanto estímulos recientes como un creciente número de estímulos que tiene ante sí. Estas tareas pueden ser adaptadas para incluir también un componente de audio o de recordar más de un rasgo sobre los estímulos a través del tiempo – por ejemplo, el color y la ubicación de una forma.

A través de una serie de experimentos, en la última década Susanne Jaeggi de la Universidad de Maryland, College Park, y otros especialistas han encontrado que los participantes que entrenan con las tareas n-back en el transcurso de un mes, aproximadamente durante unos 20 minutos al día, no sólo mejoran en la propia tarea n-back, sino también los resultados de este ejercicio se transfieren a otras tareas cognitivas en las que no se entrenan. “Los efectos se generalizan a los dominios importantes, tales como control de la atención, el razonamiento, la lectura, o habilidades matemáticas”, dice Jaeggi. “Muchas de estas mejoras se mantienen en el transcurso de varios meses, lo que sugiere que los beneficios de la formación son de larga duración.”

Sin resolver y controversial ha sido la comprensión de los factores que determinan si el entrenamiento de la memoria operativa se generalizará a otros ámbitos, así como la forma en que el cerebro cambia en respuesta al entrenamiento. El trabajo realizado por el grupo de Postle utilizando una nueva técnica de aplicar la estimulación electromagnética en los cerebros de las personas en formación apunta a contestar algunas de estas preguntas.

Bornali Kundu de la Universidad de Wisconsin-Madison, que trabaja en el laboratorio de Postle, utiliza la estimulación magnética transcraneal (TMS) con la electroencefalografía (EEG) para medir la actividad en los circuitos específicos del cerebro antes y después del entrenamiento a una tarea n-back. “Nuestro principal hallazgo fue que el entrenamiento en la tarea n-back aumentó el número de elementos que una persona puede recordar en un corto período de tiempo”, explica Kundu, que está presentando estos nuevos resultados en la actualidad. “Este aumento en el rendimiento de la memoria a corto plazo se asoció con una mejora de la comunicación entre áreas distantes del cerebro, en particular, entre el parietal y las áreas frontales del cerebro.”

ENTRENAMIENTO CEREBRAL PARA MEJORAR EN NUEVAS TAREAS

02 julio 2013

ENTRENAMIENTO CEREBRAL PARA MEJORAR EN NUEVAS TAREAS

Una tarea de entrenamiento del cerebro que aumenta el número de elementos que una persona puede recordar en un corto período de tiempo puede aumentar el rendimiento en otras tareas de resolución de problemas mediante la mejora de la comunicación entre diferentes áreas del cerebro. El nuevo estudio que se presenta esta semana en San Francisco es uno de un creciente número de experimentos sobre cómo el entrenamiento de la memoria operativa puede mejorar sensiblemente –desde realizar multiplicaciones mentales hasta leer un párrafo complejo-.

“Se cree que la memoria operativa es una función cognitiva en la cual descansan muchos tipos de cognición de alto nivel, incluyendo la comprensión del lenguaje y la producción, resolución de problemas y toma de decisiones”, dice Brad Postle de la Universidad de Wisconsin-Madison, quien esta dirigiendo una sesión en la formación de la memoria operativa en la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (CNS). El trabajo de varios neurocientíficos para documentar la “plasticidad” del cerebro – los cambios producidos por la experiencia – junto con los avances técnicos en el uso de técnicas electromagnéticas para estimular los cambios en el cerebro y medir los cambios, han permitido a los investigadores explorar el potencial para la formación de la memoria operativa como nunca antes.
La piedra angular del ejercicio de entrenamiento cerebral ha sido el reto “n-back”, una difícil tarea de memoria operativa que requiere una persona haga malabares mentales con varios elementos al mismo tiempo. Los participantes deben recordar tanto estímulos recientes como un creciente número de estímulos que tiene ante sí. Estas tareas pueden ser adaptadas para incluir también un componente de audio o de recordar más de un rasgo sobre los estímulos a través del tiempo – por ejemplo, el color y la ubicación de una forma.

A través de una serie de experimentos, en la última década Susanne Jaeggi de la Universidad de Maryland, College Park, y otros especialistas han encontrado que los participantes que entrenan con las tareas n-back en el transcurso de un mes, aproximadamente durante unos 20 minutos al día, no sólo mejoran en la propia tarea n-back, sino también los resultados de este ejercicio se transfieren a otras tareas cognitivas en las que no se entrenan. “Los efectos se generalizan a los dominios importantes, tales como control de la atención, el razonamiento, la lectura, o habilidades matemáticas”, dice Jaeggi. “Muchas de estas mejoras se mantienen en el transcurso de varios meses, lo que sugiere que los beneficios de la formación son de larga duración.”

Sin resolver y controversial ha sido la comprensión de los factores que determinan si el entrenamiento de la memoria operativa se generalizará a otros ámbitos, así como la forma en que el cerebro cambia en respuesta al entrenamiento. El trabajo realizado por el grupo de Postle utilizando una nueva técnica de aplicar la estimulación electromagnética en los cerebros de las personas en formación apunta a contestar algunas de estas preguntas.

Bornali Kundu de la Universidad de Wisconsin-Madison, que trabaja en el laboratorio de Postle, utiliza la estimulación magnética transcraneal (TMS) con la electroencefalografía (EEG) para medir la actividad en los circuitos específicos del cerebro antes y después del entrenamiento a una tarea n-back. “Nuestro principal hallazgo fue que el entrenamiento en la tarea n-back aumentó el número de elementos que una persona puede recordar en un corto período de tiempo”, explica Kundu, que está presentando estos nuevos resultados en la actualidad. “Este aumento en el rendimiento de la memoria a corto plazo se asoció con una mejora de la comunicación entre áreas distantes del cerebro, en particular, entre el parietal y las áreas frontales del cerebro.”

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