Visitamos el Museo Nacional de San Carlos en el que se exhibe una colección de arte europeo de los siglos XIV al XX, así como la producción de los alumnos de dicha academia. Está alojado en el Palacio del Conde de Buenavista en la avenida Puente de Alvarado el cual se atribuye al arquitecto Manuel Tolsá y su construcción se realizó entre 1798 y 1805.

La colección tiene su origen en la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España a fines del siglo XVIII. En 1781 fueron dadas las primeras clases de la nueva academia. Para la labor académica de la pintura y la escultura, eran utilizados modelos de diversas obras tanto de la antigüedad griega y romana como de obras maestras del arte europeo. Las autoridades de la nueva institución y algunos profesores de la misma iniciaron la conformación del acervo, que en 1786 tenía 124 piezas provenientes principalmente de donaciones particulares y centros religiosos clausurados. Posteriormente se fue incrementando gracias a las obras de los mismos maestros y alumnos de la Academia, junto con aportes de la Academia de San Lucas en Roma y de conventos clausurados, además de colecciones particulares.

MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS

01 octubre 2019

MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS

Visitamos el Museo Nacional de San Carlos en el que se exhibe una colección de arte europeo de los siglos XIV al XX, así como la producción de los alumnos de dicha academia. Está alojado en el Palacio del Conde de Buenavista en la avenida Puente de Alvarado el cual se atribuye al arquitecto Manuel Tolsá y su construcción se realizó entre 1798 y 1805.

La colección tiene su origen en la Real Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España a fines del siglo XVIII. En 1781 fueron dadas las primeras clases de la nueva academia. Para la labor académica de la pintura y la escultura, eran utilizados modelos de diversas obras tanto de la antigüedad griega y romana como de obras maestras del arte europeo. Las autoridades de la nueva institución y algunos profesores de la misma iniciaron la conformación del acervo, que en 1786 tenía 124 piezas provenientes principalmente de donaciones particulares y centros religiosos clausurados. Posteriormente se fue incrementando gracias a las obras de los mismos maestros y alumnos de la Academia, junto con aportes de la Academia de San Lucas en Roma y de conventos clausurados, además de colecciones particulares.

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