A cualquier edad, es común tener olvidos, grandes o pequeños. ¿Quién no ha olvidado en donde dejó las llaves de su auto, cómo se llama la persona que nos acaban de presentar o incluso qué desayunó, este mismo día?

Todos estos pequeños olvidos cotidianos son hasta cierto punto normales. Por otro lado, existen los olvidos que deberían encender nuestras alarmas, aquellos que afectan nuestra vida y que suelen desconcertar a la gente a nuestro alrededor e incluso ponen en peligro nuestra integridad.

Estos son algunos síntomas que deberían tomarse muy en serio y ser motivo para consultar a un especialista para descartar una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer, que se manifiesta con el deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años:

Olvido de actividades cotidianas: el paciente olvida cómo hacer cosas que ha hecho durante toda su vida. Es frecuente olvidar cómo usar una cuchara, por ejemplo, o incluso le cuesta trabajo reconocer a las personas cercanas y sus nombres. Lo peligroso puede venir cuando la persona se ve imposibilitada en recordar su lugar de residencia y suele perderse con los peligros que esto conlleva.

Problemas de lenguaje: tienen dificultad para comunicarse, pues suelen olvidar las palabras y confundirlas entre ellas. Así, se puede entablar una conversación y comenzar a hablar frases que no tienen sentido.

Reiteración: el paciente vuelve a mencionar o preguntar algo que en la misma conversación ya había dicho, por lo que la charla se vuelve errática y el único que no se percata de eso es el propio paciente.

En estos casos, es cuando una situación pasa de ser un olvido normal a ser algo patológico y que debe atenderse sin pretexto, ya que en la mayoría de los casos el paciente no se entera de su situación, toca a los familiares hacérselo saber y apoyarlo para que acuda con un especialista.

PÉRDIDA DE MEMORIA

11 noviembre 2013

PÉRDIDA DE MEMORIA

A cualquier edad, es común tener olvidos, grandes o pequeños. ¿Quién no ha olvidado en donde dejó las llaves de su auto, cómo se llama la persona que nos acaban de presentar o incluso qué desayunó, este mismo día?

Todos estos pequeños olvidos cotidianos son hasta cierto punto normales. Por otro lado, existen los olvidos que deberían encender nuestras alarmas, aquellos que afectan nuestra vida y que suelen desconcertar a la gente a nuestro alrededor e incluso ponen en peligro nuestra integridad.

Estos son algunos síntomas que deberían tomarse muy en serio y ser motivo para consultar a un especialista para descartar una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer, que se manifiesta con el deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años:

Olvido de actividades cotidianas: el paciente olvida cómo hacer cosas que ha hecho durante toda su vida. Es frecuente olvidar cómo usar una cuchara, por ejemplo, o incluso le cuesta trabajo reconocer a las personas cercanas y sus nombres. Lo peligroso puede venir cuando la persona se ve imposibilitada en recordar su lugar de residencia y suele perderse con los peligros que esto conlleva.

Problemas de lenguaje: tienen dificultad para comunicarse, pues suelen olvidar las palabras y confundirlas entre ellas. Así, se puede entablar una conversación y comenzar a hablar frases que no tienen sentido.

Reiteración: el paciente vuelve a mencionar o preguntar algo que en la misma conversación ya había dicho, por lo que la charla se vuelve errática y el único que no se percata de eso es el propio paciente.

En estos casos, es cuando una situación pasa de ser un olvido normal a ser algo patológico y que debe atenderse sin pretexto, ya que en la mayoría de los casos el paciente no se entera de su situación, toca a los familiares hacérselo saber y apoyarlo para que acuda con un especialista.

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