La historia de Dolly Saville genera simpatía y halagos en todo el mundo. No hay dudas que la barwoman es una de las ancianas más simpáticas del mundo.
Dolly entró a trabajar al bar cuando tenía 26 años. En ese entonces el Rey Jorge VI estaba en el trono de Gran Bretaña, Winston Churchill era el Primer Ministro y el país estaba inmerso en la Segunda Guerra Mundial.
En las últimas siete décadas supo atender a importantes figuras como Pierce Brosnan, Ted Heath, Stanley Matthews, Vera Lynn, Margot Fonteyn y Elizabeth Taylor. Hasta hace seis años seguía trabajando al menos seis horas al día, seis días a la semana y faltó una vez durante dos semanas, por enfermedad. Ahora redujo su trabajo a tres turnos por semana pero se niega a dejar de servir cervezas a sus clientes.
“Nunca pensé que iba a estar aquí tanto tiempo, pero he disfrutado cada minuto. Mi familia sigue preguntando si quiero parar, pero no tengo planes de retirarme”, expresó Dolly, más joven que nunca, y agregó: “Mi jefe es muy bueno y si me pidiera que trabajara un turno extra, yo diría que sí, ya que ha sido muy amable conmigo”.
“Me encanta mi trabajo y me encanta la gente, me mantiene viva y es mejor que estar sentada”, aseguró con orgullo.
Mira este reportaje de la BBC donde la entrevistaron el año pasado: http://youtu.be/XebXPBw1Ovs
La historia de Dolly Saville genera simpatía y halagos en todo el mundo. No hay dudas que la barwoman es una de las ancianas más simpáticas del mundo.
Dolly entró a trabajar al bar cuando tenía 26 años. En ese entonces el Rey Jorge VI estaba en el trono de Gran Bretaña, Winston Churchill era el Primer Ministro y el país estaba inmerso en la Segunda Guerra Mundial.
En las últimas siete décadas supo atender a importantes figuras como Pierce Brosnan, Ted Heath, Stanley Matthews, Vera Lynn, Margot Fonteyn y Elizabeth Taylor. Hasta hace seis años seguía trabajando al menos seis horas al día, seis días a la semana y faltó una vez durante dos semanas, por enfermedad. Ahora redujo su trabajo a tres turnos por semana pero se niega a dejar de servir cervezas a sus clientes.
“Nunca pensé que iba a estar aquí tanto tiempo, pero he disfrutado cada minuto. Mi familia sigue preguntando si quiero parar, pero no tengo planes de retirarme”, expresó Dolly, más joven que nunca, y agregó: “Mi jefe es muy bueno y si me pidiera que trabajara un turno extra, yo diría que sí, ya que ha sido muy amable conmigo”.
“Me encanta mi trabajo y me encanta la gente, me mantiene viva y es mejor que estar sentada”, aseguró con orgullo.
Mira este reportaje de la BBC donde la entrevistaron el año pasado: http://youtu.be/XebXPBw1Ovs